Refrigeración inmediata:
- Después de comprar la carne de conejo, es importante refrigerarla lo antes posible. Si no planeas cocinarla de inmediato, guárdala en el refrigerador.
- Asegúrate de que la temperatura del refrigerador esté por debajo de los 5 °C para mantener la carne fresca y prevenir el crecimiento de bacterias.
Almacenamiento en el refrigerador:
- La carne de conejo fresca se puede almacenar en el refrigerador durante 1 a 2 días. Pasado ese tiempo, es mejor congelarla para prolongar su vida útil.
- Coloca la carne de conejo en la parte más fría del refrigerador, generalmente en la parte posterior o en la zona de carne.
- Si la carne viene envasada al vacío, no es necesario volver a empaquetarla. De lo contrario, asegúrate de envolverla de manera segura para evitar la entrada de aire y la posible contaminación de otros alimentos.
- Congelación:
- Si deseas almacenar la carne de conejo por un período más largo, la congelación es la mejor opción.
- Antes de congelar, asegúrate de que la carne esté fresca. Si ha pasado mucho tiempo desde su compra, es posible que su calidad se haya deteriorado.
- Envuelve la carne en papel de aluminio o envoltura de plástico para evitar que se queme por el frío. Luego, coloca la carne envuelta en una bolsa de congelación o recipiente hermético para protegerla del aire y la formación de cristales de hielo.
Tiempo de almacenamiento en el congelador:
- La carne de conejo congelada adecuadamente puede durar hasta 6 meses en el congelador sin perder su calidad.
- Etiqueta el paquete con la fecha de congelación para tener un seguimiento y consumir la carne antes de que supere ese período.
Descongelación:
- Para descongelar la carne de conejo, lo mejor es hacerlo lentamente en el refrigerador. Retira la carne del congelador y colócala en un plato o bandeja para evitar la contaminación de otros alimentos.
- Nunca descongeles la carne de conejo a temperatura ambiente, ya que puede permitir el crecimiento de bacterias. Evita también descongelarla en el microondas, ya que puede alterar la textura de la carne.